Archivos de Historia del Movimiento Obrero y la Izquierda, nº 18
marzo de 2021 - agosto de 2021.
ISSN: 2313-9749 | ISSN en línea: 2683-9601
Centro de Estudios Históricos de los Trabajadores y las Izquierdas

El sindicalismo de base en el gobierno de Macri: lucha y resistencia en las industrias de la zona norte del conurbano bonaerense


Maximiliano Arecco

Universidad de Buenos Aires - Universidad Nacional de José C. Paz, Argentina

Cita recomendada: Arecco, M. (2021). El sindicalismo de base en el gobierno de Macri: lucha y resistencia en las industrias de la zona norte del conurbano bonaerense. Archivos De Historia Del Movimiento Obrero Y La Izquierda, (18), 145-165. https://doi.org/10.46688/ahmoi.n18.312

Resumen: En este artículo se describe y analiza, desde la mirada de delegados gremiales de fábricas con prácticas del sindicalismo de base (PepsiCo, Praxair y Frigorífico Rioplatense) de la zona norte del conurbano bonaerense, el impacto en las relaciones laborales que tuvo la llegada al gobierno de Mauricio Macri y la alianza Cambiemos, las políticas desarrolladas por las patronales y las respuestas de las y los trabajadores organizados en esos lugares de trabajo.

Palabras clave: sindicalismo de base – ofensiva patronal – conurbano bonaerense – macrismo

The grass-roots trade unionism in Macri’s government: experiences of struggle and resistance in industries in the northern area of Buenos Aires suburbs

Abstract: This article describes and analyzes, from the point of view of union delegates of factories with grassroots trade unionism practices (PepsiCo, Praxair and Frigorífico Rioplatense) in the northern area of Buenos Aires suburbs, the impact that the arrival of Mauricio Macri’s government and the Cambiemos alliance had on labor relations, the politics developed by the employers and the answers of the organized workers in those workplaces.

Keywords: grass-roots trade unionism – employer offensive – Buenos Aires suburbs – macrismo

Recepción: 26 de junio de 2020

Aceptación: 3 de diciembre de 2020

Introducción

En Argentina, meses después de la asunción presidencial de Eduardo Duhalde y de la salida de la convertibilidad,1 comenzó un período de reactivación económica que se consolidó durante la presidencia de Néstor Kirchner (2003-2007).2 El crecimiento de la economía posibilitó la generación de empleos y la reducción de la desocupación en un marco de aumento de la negociación colectiva entre las partes del capital y el trabajo con la mediación del Estado e impulso desde el gobierno y sus aliados sindicales de reivindicaciones gremiales. Esta situación generó entre las y los trabajadores expectativas de mejoras en el salario real y en las condiciones de trabajo y contratación, aunque la flexibilización, la precariedad y la rotación del personal continuaron (Lenguita y Varela, 2010; Varela, 2015). En este contexto, se desarrolló el proceso de revitalización sindical que tuvo como una de sus características el resurgimiento del sindicalismo de base3 que, a partir de 2004, se expresó en sectores de servicios (subterráneos, aeronáuticos, Casino Flotante, ferroviarios, Hospital Garrahan, entre otros) y desde el 2006-2007 en industrias (FATE, Dana, Kraft, Mafissa, The Value Brand, Mahle, Iveco, etc.) (Arecco, 2019; Varela, 2009, Varela, 2015).

Durante todo el ciclo kirchnerista,4 el sindicalismo de base se consolidó en distintas empresas de todo el país y en la zona norte del conurbano bonaerense protagonizó importantes conflictos por mejoras en las condiciones, cuidado de la salud, aumentos salariales, efectivización de contratados, subcontratados y tercerizados, organización o reorganización gremial y reincorporación de despedidos (FATE, Kraft, PepsiCo, Paty, Praxair, Lear, Frigorífico Rioplatense, Donelley). Algunas de estas experiencias avanzaron en instancias de coordinación y solidaridad intersindical zonal y nacional, en el armado de listas antiburocráticas y/o clasistas (alimentación, neumático y carne) y en la ocupación y puesta en producción bajo gestión obrera (Donnelley-MadyGraf).

Los cambios en las políticas económicas implementados por el gobierno de Mauricio Macri (2015-2019),5 impactaron en el mercado laboral. En este contexto, se dio una fuerte ofensiva patronal con el objetivo de flexibilizar las condiciones de trabajo, reestructurar espacios laborales, fragmentar al colectivo obrero, quitar derechos adquiridos y limitar la acción sindical.

El objetivo de este artículo es describir y analizar, a partir de la percepción de delegados gremiales de industrias con prácticas del sindicalismo de base de la zona norte del conurbano bonaerense, el impacto en las relaciones entre el capital y el trabajo durante los cuatro años de la presidencia de Macri, las acciones desarrolladas por las patronales y las respuestas de las y los trabajadores. Las empresas analizadas son la alimenticia PepsiCo, el Frigorífico Rioplatense y la química Praxair.

La importancia de estudiar las acciones del capital y el trabajo según la percepción de delegados de base radica en conocer cuáles fueron las políticas implementadas por las patronales para debilitar al colectivo obrero y aumentar sus ganancias y qué herramientas desarrollaron y utilizaron las y los trabajadores para contrarrestarlas en el espacio del enfrentamiento cotidiano con el capital: los lugares de trabajo.

Para desarrollar este artículo se realizó el análisis de fuentes primarias (entrevistas semiestructuradas de final abierto al delegado general de cada establecimiento analizado, registros de observación y comunicados de las y los trabajadores) y secundarias (artículos periodísticos y académicos). Las entrevistas se realizaron entre los años 2016 y 2020.

El gobierno de Macri y la ofensiva patronal

La llegada a la presidencia de Macri, significó el triunfo político electoral del bloque de poder económico concentrado que planteaba que para que el país vuelva a crecer había que eliminar las restricciones al comercio internacional, resolver el conflicto con los “fondos buitre”, adecuar las tarifas de los servicios subsidiados por el Estado, reducir los costos laborales, logísticos e impositivos, disminuir la inflación y mejorar el clima empresarial para atraer inversiones. Además, retomando las recetas neoliberales, proponían minimizar el Estado en su función y en la cantidad de empleos (Cantamutto y López, 2019).

En las primeras semanas del gobierno de Macri se liberó el “cepo cambiario” que impedía acceder libremente a moneda extranjera, se devaluó el peso alrededor de 40%, se retiraron las trabas a importaciones y exportaciones, se eliminaron las retenciones a las exportaciones agropecuarias (con excepción de la soja, que se redujo) y mineras y se acordó el pago a los “fondos buitre”. Junto a estas medidas se ajustó con un profundo “tarifazo” los precios de los servicios y se fijaron altas tasas de interés (Barrera Insua y Pérez, 2019). En medio de una coyuntura internacional de bajo crecimiento, las políticas del macrismo hicieron que se profundice la recesión y aumente la inflación (promedio de 40% por año). Las devaluaciones se convirtieron en una constante, las exportaciones no crecieron significativamente, las inversiones no llegaron y la apertura comercial posibilitó el ingreso irrestricto de importaciones que perjudicaron a sectores productores de bienes por desplazamiento de la producción local (Belloni y Wainer, 2019).

En lo simbólico, el gobierno evidenció su sesgo clasista con la presencia en el gabinete y en la conducción de distintas reparticiones estatales de CEOs y ejecutivos de corporaciones multinacionales, dueños y accionistas de grandes empresas y miembros de las elites económicas del país (Cieza, 2016). En lo discursivo, desde la asunción presidencial, distintos miembros del gobierno y de los partidos de la coalición plantearon en intervenciones públicas, la necesidad de terminar con la “fiesta populista” que había permitido a los sectores populares acceder a consumos que no son los de subsistencia, la denigración a las y los trabajadores del sector público (“militantes sin tareas” y “ñoquis”), la crítica permanente a la organización sindical y la reivindicación del emprendedor como un nuevo sujeto laboral (Pérez y López, 2018).

En las primeras semanas en la presidencia, por intermedio de distintos decretos, Macri habilitó la posibilidad de “revisar” los concursos y los contratos realizados en los últimos tres años en el sector público. A partir de estos decretos comenzaron los despidos, rescisiones o no renovación de contratos en organismos nacionales, provinciales y municipales (Centro Cultural Kirchner, Senado, Radio Nacional, Fabricaciones Militares, municipalidades, etc.), totalizando en los primeros tres meses entre 30 y 37 mil desvinculaciones del sector público (Agostino, 2016, Giorgetti, 2016). Es importante mencionar que la facilidad que tuvo el macrismo para ajustar y despedir en el Estado fue porque miles de trabajadores se encontraban hacía años con contratos temporales o como monotributistas y no en planta permanente. Estos empleados estaban en una situación de precariedad contractual o falso servicio, que el gobierno aprovechó para dar una señal al empresariado y a los trabajadores sobre el cambio en las relaciones de fuerza. Desde ese momento las patronales se sintieron con poder para realizar cambios en las condiciones de trabajo e implementar reestructuraciones.

Durante los primeros meses del 2016 comenzaron a tener repercusión pública conflictos en distintas industrias por el cierre de establecimientos y por despidos (ArZinc, Bayer, Menoyo, Siam, Electrolux, Cerámica San Lorenzo, Electrodomésticos Liliana, Frideco, Cresta Roja, Siderca, Siderar, Nucete, Isolux, Kevingston, Cervecería Quilmes, etc.) (Giorgetti, 2016). Además, las patronales comenzaron a utilizar distintas estrategias para ajustar al personal. En algunos casos presentaban ante el Ministerio de Trabajo la solicitud del Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC). Estos PPC con el tiempo se demostraban falsos (FATE, Coca Cola-Femsa, Molinos Rio de la Plata, Indura, entre otras) pero mientras tanto las empresas avanzaban con “retiros voluntarios” y condicionando negociaciones salariales y laborales. En otros casos, cerraron fábricas y trasladaron la producción a otros establecimientos propios o a terceristas sin organización gremial o en convenios de menor cobertura (Linde, Atanor, Paquetá, Villard & Louis) dejando en la calle a cientos de empleados.

En este clima de despidos, los empresarios retomaron los planteos sobre la necesidad de flexibilizar los convenios colectivos de trabajo (CCT) y la legislación.

Entre diciembre de 2016 y febrero de 2017, el Congreso sancionó una nueva Ley de Aseguradoras de Riesgos de Trabajo (ART) con los votos peronistas del Partido Justicialista en el Senado y el quórum otorgado por miembros del Frente Renovador de Sergio Massa para que se vote en Diputados. La Ley, enviada por el gobierno y negociada con la cúpula de la CGT, determinó una nueva forma de calcular las indemnizaciones, agregó una instancia obligatoria de control del trabajador previo a un juicio y recortó los plazos para iniciar acciones judiciales (Reartes y Pérez, 2018) perjudicando a los asalariados.

Mientras tanto, en algunas ramas productivas (petroleros, automotrices y lecheros) las cámaras empresarias lograron incorporar en los CCT clausulas de polivalencia, bancos de horas para compensar jornadas caídas, reducción y reformulación de tiempos de trabajo, etc. (Cantamutto y López, 2019).

Hay que señalar, sin embargo, que tanto en el sector público como en el privado, los despidos fueron enfrentados con medidas de fuerza de las y los trabajadores y organismos de base con una débil participación de (algunos) sindicatos. Estas luchas, aunque no lograron coordinarse y revertir la situación, evidenciaron la capacidad de resistencia de los trabajadores y ralentizaron la ofensiva global.

La CGT (conducida por un triunvirato desde mediados de 2016) y los grandes sindicatos, a pesar de todo, mantuvieron una postura dialoguista y de complicidad con el gobierno y frenaron toda posibilidad de medidas de fuerza nacionales. Recién en marzo de 2017, la central convocó a una movilización contra las políticas de Macri. A pesar de la masividad de la misma, los miembros del triunvirato no plantearon ninguna medida de fuerza por lo que el acto fue interrumpido varias veces por los manifestantes que exigían la fecha del paro general. Semanas después de esta escandalosa jornada, la CGT realizó su primer paro general (sin movilización) el 6 de abril de 2017. Luego de esta medida de fuerza y hasta el fin del mandato de Macri, la central mayoritaria realizó cuatro paros generales más, de los cuales solamente uno (en diciembre de 2017 contra la reforma jubilatoria) fue con movilización (Cantamutto y López, 2019).

A partir del triunfo electoral de medio término (octubre de 2017), Macri se propuso avanzar con las reformas tributaria, previsional y laboral. Según los grupos de poder concentrado estas reformas eran las necesarias para mejorar la competitividad y rentabilidad del capital y modificar definitivamente, en favor de los empresarios, las relaciones laborales (Reartes y Pérez, 2018). La reforma tributaria se aprobó con el apoyo de los gobernadores peronistas, pero las otras dos desencadenaron, en el mes de diciembre, una serie de movilizaciones masivas y una fuerte represión policial. Aunque la regresiva reforma previsional fue aprobada, significó un gran desgaste para el gobierno que, días después, tuvo que retirar la reforma laboral que buscaba reducir la indemnización por despido, crear nuevas formas precarias de contratación, otorgar mayor poder sobre el proceso y los contenidos laborales a las patronales, etc.

En síntesis, durante el gobierno de Macri se combinaron políticas económicas recesivas con una fuerte ofensiva patronal que intentó avanzar (y en algunos casos lo logró) sobre la legislación y los convenios colectivos. En estos cuatro años la desocupación aumentó 4 puntos, con lo que superó el 10% (volviendo a los dos dígitos después de trece años), y la subocupación demandante pasó del 6% al 9%, dejando alrededor de 2.700.000 personas buscando trabajo. El empleo no registrado aumentó del 33% al 35% y, entre septiembre de 2015 y el mismo mes del 2019, se perdieron alrededor de 388 mil puestos laborales registrados de los cuales más de 150 mil eran industriales. El salario real de los registrados privados retrocedió casi 19% y el de los empleados públicos más de 23% (CETyD, 2019; CIFRA, 2019a; CIFRA, 2019b; ODS-CTA, 2020).

El sindicalismo de base en PepsiCo, Praxair y el Frigorífico Rioplatense

Como dijimos previamente, para conocer que sucedió durante el gobierno de Macri en lugares de trabajo con prácticas del sindicalismo de base de la zona norte del conurbano bonaerense, analizamos las plantas de PepsiCo en Florida y del Frigorífico Rioplatense y la química Praxair ubicadas en Pacheco.

Estas empresas están entre las más importantes de su rubro y pertenecen a sectores estratégicos para la economía como son la producción de alimentos (PepsiCo y Rioplatense) para consumo interno (su costo sirve para determinar el salario real) y para la exportación (ingreso de divisas) y la producción de insumos como los gases industriales y medicinales (Praxair) que son necesarios para el funcionamiento y desarrollo de la mayoría de las industrias y algunos servicios. PepsiCo y Praxair son multinacionales estadounidenses que llegaron al país en la década de 1990 a partir de la adquisición de otras empresas y el Rioplatense es el frigorífico de capital nacional más importante de Argentina (Arecco y Montes Cató, 2018; Arecco, 2020; Cambiasso, 2016).6

Hasta la llegada de Macri a la presidencia, en PepsiCo y en el Frigorífico Rioplatense trabajaban entre 600 y 700 personas y en Praxair cerca de 150 (Arecco, 2019; Elbert, 2016; Wyczykier, 2011).

En PepsiCo la comisión interna (CI) se conformó en 1996 y a los pocos años militantes del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) comenzaron a incorporarse como delegados y a tener influencia en sectores de la fábrica, especialmente por la defensa de las y los contratados. En el 2007, una lista con miembros del PTS e independientes le ganó las elecciones de CI a la lista de la conducción del sindicato de la alimentación y desde entonces se convirtió en una referencia del sindicalismo de base (Wyczykier, 2011).7

En Praxair, producto de la política antisindical de la empresa, nunca hubo afiliados al sindicato hasta que en 2005, luego de un proceso de autoorganización clandestino de los trabajadores, se logró elegir CI en una elección sin participación del sindicato. Días después, la patronal despidió a uno de los activistas y delegado de hecho, lo que originó el primer conflicto que finalizó con la reincorporación del despedido luego de varias medidas de fuerza y fallos judiciales favorables. A diferencia de otros procesos del sindicalismo de base, en este caso la pelea por la reincorporación contó con el acompañamiento del Sindicato Químico y Petroquímico de la zona (Arecco, Cabaña y Vega, 2009).

En el Frigorífico Rioplatense, luego de años con delegados propatronales, despidos masivos y empleo informal, en 2008 ganó las elecciones de CI una lista con activistas de base y militantes de la corriente Opinión Socialista, que promovieron asambleas para enfrentar los constantes despidos y el trabajo precario (Elbert, 2016).8

En los tres lugares, desde la conformación de las comisiones internas, se implementaron prácticas asamblearias y se dieron procesos de lucha con medidas de acción directa por la reincorporación de despedidos, efectivización de personal con contratos por tiempo determinado, por agencia y tercerizados, mejoras salariales y de las condiciones de trabajo y acciones solidarias con otros trabajadores y sectores en conflicto por motivos laborales o territoriales (Arecco, Cabaña y Vega, 2009; Arecco y Montes Cató, 2018; Elbert, 2016; Valdez, 2017; Wycksykier, 2011).

Por otra parte, las y los trabajadores del Rioplatense y de PepsiCo fueron claves en el armado de listas opositoras a las conducciones de los sindicatos de la carne y de la alimentación. En el Sindicato de Trabajadores de la Industria Alimenticia (STIA) de CABA y Provincia de Buenos Aires, la lista Bordó (conformada principalmente por trabajadores y trabajadoras de PepsiCo, Kraft y Felfort del PTS e independientes) logró en el 2012 casi el 40% de los votos (Cambiasso, 2016; Varela, 2013).

En el Sindicato del Personal de Frigoríficos de Carnes de CABA y Gran Buenos Aires, la lista Roja (en la cual los trabajadores del Frigorífico Rioplatense y la corriente Opinión Socialista tienen un rol central) en las elecciones de 2012 obtuvo más del 40% de los sufragios.9

Las y los trabajadores de Praxair, en 2011 avanzaron con la apertura del “Centro Cultural de los Trabajadores 5 de mayo” en el barrio vecino a la fábrica (La Paloma-El Talar), como un espacio autofinanciado para el encuentro, intercambio y formación de trabajadores y vecinos, donde al año siguiente comenzó a funcionar un Bachillerato Popular (Arecco y Montes Cató, 2018). El Centro Cultural al poco tiempo se convirtió en un espacio de reunión de colectivos sindicales de químicos, metalúrgicos, vidrio, ferroviarios, etc. y sirvió para encuentros de discusión de problemáticas territoriales y de coordinación de acciones de trabajadores de la zona como el encuentro del 7 de noviembre de 2015, en el que participaron las comisiones internas de los tres establecimientos analizados en este artículo junto a los delegados de la línea 60 de colectivos, FATE, Lear, Metalsa, MadyGraf, Hutchinson, SUTEBA Tigre, entre otros.10

PepsiCo: cierre del establecimiento, ocupación de la planta y represión

En PepsiCo, desde la asunción de Macri a la presidencia, la empresa comenzó a buscar la forma de imponer cambios en las relaciones laborales:

La empresa anotó el triunfo de Macri como un triunfo propio y empezó a avanzar gradualmente con ataques para aumentar la explotación, intentando que se trabaje más […] a partir de instalar un mayor miedo al despido cosa que no estaba planteado en el gobierno kirchnerista y lo empiezan a plantear durante el macrismo. (Delegado PepsiCo)

La ofensiva patronal se evidenció a partir del intento de suprimir los tiempos de descanso, congelar los salarios y acelerar los ritmos de producción:

En la planta de Florida comenzó a tener una ofensiva, de menor a mayor, primero poniendo cámaras en todos los sectores, cosa que nunca había puesto, luego queriendo cerrar sectores de tránsito como vestuarios de descanso y fumaderos. Es decir una serie de medidas que afectaban el descanso de los trabajadores. Empezó a querer reducir los tiempos de descanso, de comedor, no querían aumentar el pago de los premios […] querían aprovechar el gobierno de Macri para avanzar todo lo posible en la explotación, congelamiento de salario y empeoramiento de las condiciones de trabajo sobre todo. (Delegado PepsiCo)

La organización de las y los trabajadores logró frenar, en distintas ocasiones, la ofensiva patronal:

Cada vez que la empresa intentaba avanzar sobre los trabajadores de esas línea o intentaban no pagar un premio o congelarlos o no querer discutir paritarias o querer avanzar sobre las condiciones de trabajo, la comisión interna y los trabajadores, que éramos hacía 10 años de la lista Bordó de oposición a Daer que dirige el gremio, no los dejábamos avanzar y nunca lo pudo lograr. (Delegado PepsiCo)

La empresa, ante la imposibilidad de modificar las condiciones de trabajo en la planta de Florida, comenzó a enviar más producción a otros establecimientos, mientras amenazaba con el cierre de la fábrica si la CI seguía siendo conducida por la lista Bordó y continuaban las asambleas:

Entonces comenzó a tener una política de producir más en su planta de Mar del Plata, cuya mitad de los trabajadores eran de agencia, es decir sus costos eran más bajos, porque en Florida no podían tener gente de agencia porque desde la comisión interna y las asambleas se los hacíamos efectivizar a los tres meses. Entonces a partir de estos cambios la empresa empezó a parar algunas líneas importantes diciendo que por mantenimiento, falta de ventas, pero pararon dos líneas importantes y empezaron a decir que si la comisión interna seguía siendo de la lista Bordó y haciendo asambleas la empresa iba a tener que cerrar… (Delegado PepsiCo)

A mediados de 2017, luego de un conflicto ante otro intento de la patronal por bajar los costos, la empresa cerró el establecimiento:

El cierre de la planta de Florida se decide cuando la patronal quiere imponer el cambio en condiciones de trabajo que era inaceptable, especialmente para las compañeras. Ellos para bajar costos, como no pudieron bajarnos los premios, decidieron hacer cajas más grandes para que entren más paquetes y en la misma hora de trabajo se empaquete más producto. Esto llevaba que la caja pase de cuatro kilos a cinco kilos. Es decir aumentaron un kilo el peso de todas sus cajas para que en el mismo tiempo de trabajo rinda más. Con eso la empresa producía más. Cuando las compañeras empezaron a levantar estas cajas con un kilo más, aunque la ley permite levantar hasta cinco kilos cien, si vos durante quince o veinte años levantaste cuatro kilos, cuando te aumentan un kilo a los tres o cuatro días de trabajar intensamente no das más y te empezás a lastimar la espalda, las muñecas, las manos, entonces detuvimos todo y se armó un conflicto que duró tres meses para que bajen el peso de las cajas nuevamente y lo tuvieron que bajar. Este motivo hizo que la patronal tome la decisión de cerrar la planta… (Delegado PepsiCo)

El 20 de junio de 2017, al llegar al establecimiento en Florida, las y los trabajadores se encontraron con un cartel en la puerta que anunciaba el cese de actividades.11 Según un delegado, la empresa cerró la planta en esa fecha porque sabía que contaba con el aval del gobierno:

En el 2017 con la economía bastante mal PepsiCo tomó la decisión de que antes de las elecciones de 2017, por las dudas de que Macri pierda las elecciones, tomó la decisión de atacarnos y cierra la fábrica, tratando de hacerlo en ese momento que Macri todavía estaba fuerte, porque si Macri perdía las elecciones en octubre de 2017, cerrar semejante fábrica y atacarnos podía ser más difícil porque el gobierno, que los apoyaba, podía estar más débil. (Delegado PepsiCo)

Es decir, la combinación de la imposibilidad de la patronal de poder imponer nuevos ritmos y condiciones de trabajo por la resistencia de la comisión interna, la crisis económica del país y el riesgo de que Macri pierda las elecciones hicieron que la empresa tome la decisión de cerrar la planta de Florida. A partir del cierre, las y los trabajadores bloquearon la fábrica y, junto a organizaciones gremiales, movimientos sociales y partidos de izquierda realizaron marchas al Ministerio de Trabajo y cortes de la autopista Panamericana y de la Avenida 9 de julio.12 Mientras tanto la patronal ofrecía indemnizaciones por encima de la ley:

La empresa desde esa misma noche empezó a llamar uno por uno a los trabajadores para ofrecerles doble indemnización. Estábamos en la puerta y ya todos recibían llamados telefónicos en donde les decían “tenés la doble indemnización a tu disposición y podemos discutir algo más”, es decir una política con mucha plata… (Delegado PepsiCo)

El sindicato de alimentación, por su parte, luego de un breve acompañamiento inicial, firmó el PPC y abandonó el conflicto:

El sindicato es obligado, por unos días, a pelear. Sin embargo a los pocos días el sindicato firmó el preventivo de crisis que la empresa había presentado unos días antes del cierre del establecimiento. Es decir el sindicato primero trajo carpas y banderas, amagó que iba a luchar y después pactó en el ministerio de trabajo macrista el cierre del establecimiento y homologó el preventivo de crisis. (Delegado PepsiCo)

Con el paso de los días y al ver que la planta no iba a reabrir, las y los trabajadores decidieron ocupar el establecimiento, considerando la posibilidad de avanzar hacia una gestión obrera de la producción:

Nosotros podíamos ir tranquilamente hacia una gestión obrera de la planta y fabricar snacks que es algo sencillo. Esto la patronal y el gobierno también lo sabían, por eso ellos deciden el desalojo violentísimo de la planta donde todavía éramos más de 150 trabajadores que no cedimos a la presión de la doble indemnización y un poco más y nos quedamos peleando. (Delegado PepsiCo)

El 13 de julio, a los quince días de ocupación, las y los trabajadores fueron desalojados por un contundente operativo policial que dejó varios heridos (Cieza, 2017).13 Al otro día de la represión la justicia laboral emitió una sentencia que ordenó a PepsiCo reincorporar a los despedidos porque no se habían realizado los pasos legales para el cierre del establecimiento y los despidos. La patronal apeló la sentencia, mantuvo el cierre y las cesantías (Cieza, 2017). Luego del desalojo, los trabajadores convocaron una marcha que, con miles de personas, salió del Obelisco, pasó por la Plaza de Mayo y finalizó en el Congreso donde se armó una carpa,14 que se mantuvo hasta diciembre de 2017. El conflicto de PepsiCo, según el periodista Marcelo Cantón, de Clarín, fue clave para que el gobierno de Macri retrase la presentación del proyecto de reforma laboral.15

Praxair: fusión corporativa, rumores de reestructuración y resistencia

En el caso de la química Praxair, la coyuntura nacional coincidió con el proceso de fusión a nivel global (octubre de 2016) de esta patronal estadounidense con la alemana Linde, que convirtió a esta corporación multinacional en la empresa más importante de gases industriales y medicinales del mundo (Arecco, 2020). En la casa central de Pacheco, a fines de 2016 la empresa cerró el turno noche aunque la organización de las y los trabajadores logró que no haya despidos, ni suspensiones y que se mantenga el salario y el adicional por rotación aunque no se rote:

La empresa tenía tres turnos, mañana, tarde y noche, en donde a partir de 2016, siguiendo la línea de la economía mala, empezó a modificar su esquema, primero reduciendo el turno noche, repartiendo la gente, después tentando a gente para salir de los turnos a otras sucursales, después también cierra sectores, donde toda esa gente se reubica a otros lugares […] no sufrimos ni suspensiones ni despidos, pero eso tenemos claro que no es porque la empresa sea buena sino que la lucha interna y la unidad hacía que esos trabajadores queden adentro de la fábrica […] los esquemas de trabajo cambiaron muchísimo, los productos algunos se fueron, sectores cerraron y turnos reducidos también. (Delegado Praxair)

Luego de instalar el miedo a partir de comentarios sobre la posibilidad de despidos, la empresa cerró varios establecimientos y en Pacheco comenzó una política focalizada para sacar personal con importantes indemnizaciones o realizando ofrecimientos para ir a trabajar a otras sucursales. Aunque la organización gremial se mantuvo, estos hechos se sintieron entre las y los trabajadores:

Cerró la planta de Mar del Plata, cerró una planta en Bahía Blanca, cerró la planta de Bella Vista acá en el conurbano. A todos con indemnización, poniendo plata por encima de la indemnización incluso, para evitar conflictos, digamos. En la planta nuestra lo que empezó junto a las “listas negras” y los rumores de cierre de planta…, porque a todo el mundo le agarraba la incertidumbre y miedo, sumado a esto de que ofrecen más plata de la que te corresponde en una indemnización […] Entonces algunos compañeros, pocos, pero existieron, se fueron yendo. Otros además la empresa en Pacheco lo que hizo fue ofrecerles irse a otras sucursales con esto de la fusión, ir como supervisor o encargados y los sacó de la planta de Pacheco. Es decir, de nuestra planta mal que mal fue sacando gente… (Delegado Praxair)

En el momento en que se concretó la fusión en Argentina, las y los trabajadores de las plantas de Pacheco, Pilar, Avellaneda y Mendoza sacaron un comunicado advirtiendo que actuarían de conjunto si la patronal avanzaba con despidos.16 A pesar de la coyuntura adversa, los trabajadores lograron mantener su método asambleario y avanzar en las relaciones con los delegados de otras empresas de gases y el apoyo a otros conflictos:

Respondimos siempre con la unidad, con las decisiones en asambleas, con luchas, avanzamos en la solidaridad con otros conflictos, en las relaciones con otras comisiones internas, tanto de químicas que nos reunimos con todos los delegados de las fábricas de gases, de otras fábricas de gases, de otras sucursales de Praxair y de Linde pero también de otras empresas… (Delegado Praxair)

A inicios de 2019 la empresa despidió a un trabajador tercerizado del sector de Sistemas, lo que desencadenó el paro de las y los trabajadores.17 La medida de fuerza duró tres días pero no lograron la reincorporación del empleado:

Tuvimos un despido de un compañero de una empresa tercerizada de sistemas que, como nosotros durante muchos años peleamos para que no haya trabajadores de tercerizadas y quedaron sólo algunos casos puntuales como sistemas, porque es una empresa específica que se dedica a eso […] pero están en convenio químico, están afiliados al sindicato y participan con nosotros en asambleas […] la empresa lo acusó de que había robado cosas de la empresa y por eso no lo dejó entrar y lo despidió. Inmediatamente paramos todo, hicimos tres días de paro total, incluso logramos que algunas sucursales hagan asambleas de una hora o dos horas por turnos en solidaridad y por la reincorporación. Finalmente después de tres días de paro el trabajador dijo que no quería volver a trabajar adonde lo trataban de “chorro” y como él en realidad pertenecía a otra empresa se logró que se le dé una indemnización y la otra empresa lo reubique en otro lugar que era lo que él quería […] no lo reincorporamos, igual fue importante porque le quedó claro a la empresa que estábamos fuertes y muy unidos y que defendíamos las fuentes de trabajo de todos los compañeros. (Delegado Praxair)

Frigorífico Rioplatense: aumento de las exportaciones, despidos y lucha

En el Frigorífico Rioplatense, a pesar de que este rubro fue, por este carácter exportador, de los grandes ganadores del período, también se vivió una fuerte ofensiva empresarial. En noviembre de 2016, luego de que los delegados con prácticas del sindicalismo de base y de la lista Roja fueron reelectos con más del 65% de los votos en las elecciones de CI, la patronal despidió a treinta y dos operarios. Los trabajadores respondieron parando la producción por lo que el Ministerio dictó la conciliación obligatoria. Al finalizar la conciliación, se realizaron paros, bloqueos del establecimiento y festivales solidarios.18 Finalmente, luego de más de cuarenta y cinco días de disputa los trabajadores lograron dieciséis reincorporaciones y levantaron las medidas. La dureza de la patronal y la extensión del conflicto, en un contexto muy complejo, golpeó duramente a los trabajadores, los delegados y a la organización interna:

Estuvimos como un mes y medio. Fueron treinta y dos despidos y terminamos reincorporando dieciséis y firmando un acta con un acuerdo en el cual nosotros tuvimos que conceder algunas cosas más aparte de que nos rajaron dieciséis compañeros. […] fue un daño bárbaro para el conjunto de la planta […] Fue un retroceso pero quedamos enteros. “Magullados” pero sobrevivimos armados. (Delegado Rioplatense)

Luego de ese conflicto los delegados mantuvieron el método de asambleas y la pelea por las reivindicaciones pero la relación de fuerzas había cambiado. El contexto del país, la ofensiva patronal y el miedo de algunos trabajadores hizo que en las siguientes elecciones de CI se presente una lista “dialoguista” y “propatronal” y se dé la elección más reñida de los últimos años:

En el 2018 hubo una elección y los candidatos a delegados “propatronales” salieron con un discurso de a los “zurdos” no les van a dar más nada […] Consiguieron la elección con menor diferencia que tuvimos hasta el momento y ganamos solamente por treinta votos. Fue una muestra del retroceso que significó en la fábrica los golpes recibidos. (Delegado Rioplatense)

En abril de 2019, la patronal intentando golpear definitivamente al activismo, despidió a tres trabajadores por participar en una asamblea.19 Luego de varios días de lucha, con bloqueos del establecimiento y marchas al Ministerio de Trabajo de Tigre junto a organizaciones gremiales y políticas,20 los trabajadores consiguieron la reincorporación de los despedidos. Este triunfo, en un contexto muy adverso, fue muy importante. Como dijo la CI:

En momentos en que la clase trabajadora sufre un ataque en toda la línea, las y los obreros de Rioplatense volvieron a demostrar que con unidad y decisión podemos defender la dignidad de todos/as. (Comunicado Comisión Interna Frigorífico Rioplatense, 2019).21

Coordinación y solidaridad

Además de lo ocurrido en los establecimientos, hay que resaltar que las y los trabajadores de las fábricas analizadas estuvieron en acciones de solidaridad entre sí y con trabajadores de otras empresas (cierre y represión en PepsiCo, enjuiciamiento de los trabajadores de la línea 60 y despidos en el Rioplatense, Praxair, Metalsa entre otras industrias) como quedó evidenciado en distintos medios locales y nacionales.22 También participaron en paros, marchas, ollas populares y cortes de la autopista Panamericana en contra de las medidas implementadas por el gobierno de Macri23 y en las movilizaciones en oposición a las reformas previsional y laboral:

Cuando la CGT hizo los paros generales nosotros no sólo paramos sino que participamos con los trabajadores de zona norte en Panamericana hicimos una “olla popular” una vez en uno de los paros, en otro de los paros hicimos una convocatoria en la zona […] participamos cuando fue la lucha contra la reforma laboral y la reforma contra los jubilados que estuvimos movilizados con muchos compañeros de la fábrica que por suerte participaron. (Delegado Praxair)

En lo referente a las listas antiburocráticas y opositoras a las conducciones de los sindicatos de la carne y de la alimentación, durante los años del macrismo lograron mantenerse como una referencia sindical pero, en términos electorales, no pudieron profundizar su desarrollo o aumentar su influencia. En las elecciones del 2016 en el Sindicato de alimentación (STIA) de CABA y Provincia de Buenos Aires, la lista Bordó, luego de una escisión de la corriente ligada al PCR y de distintas maniobras e irregularidades de la junta electoral y de la conducción del gremio, obtuvo alrededor del 20% de los votos.24

En el Sindicato de la carne de CABA y Gran Buenos Aires, patotas organizadas por el gremio impidieron violentamente (dejando varios heridos) que los miembros de la lista antiburocrática ingresen a la Asamblea general del sindicato para elegir la junta electoral.25 Posteriormente, con el reconocimiento formal del Ministerio de Trabajo, se realizaron elecciones con lista única, más allá de las impugnaciones de la lista Roja.

En síntesis, los testimonios de los delegados y los artículos de distintos medios de comunicación, evidenciaron que durante el macrismo se vivió una ofensiva muy fuerte del capital, en cuestiones macroeconómicas y en los lugares de trabajo. Esta ofensiva tuvo una importante respuesta de las y los trabajadores organizados en establecimientos industriales con prácticas del sindicalismo de base que demostraron su capacidad de lucha realizando y participando en medidas de acción directa, paros y movilizaciones (locales y nacionales), que sirvieron para detener, de alguna manera, al capital.

Palabras finales

En estas líneas se analizaron los cambios producidos en las relaciones entre las partes del capital y el trabajo a partir de la llegada de Macri al gobierno. Como se vio, las políticas macroeconómicas del gobierno impactaron rápidamente en el mercado de trabajo en perjuicio de las y los trabajadores. Estas modificaciones fueron acompañadas de discursos e intervenciones públicas de miembros del ejecutivo y sus aliados políticos en los que se denigraba la organización colectiva y la lucha sindical.

En este contexto, las patronales profundizaron su ofensiva intentando flexibilizar las condiciones de trabajo, aumentar los ritmos de producción, fragmentar al colectivo obrero y debilitar o eliminar la organización sindical de base. Para lograr estos objetivos implementaron distintas acciones que fueron desde la amenaza y/o cierre de establecimientos, despidos, “retiros voluntarios”, falsos PPC, arreglos indemnizatorios por encima de lo estipulado por la ley, persecuciones antisindicales, traslado de la producción a otros establecimientos (propios o tercerizados) con peores condiciones de trabajo o sin organización gremial, etc. En todos los casos, se evidenció que las empresas estuvieron preparadas para conflictos de larga duración (plantas paralelas, arreglos con la competencia para abastecimiento, acumulación de stock, etc.).

A su vez, se pudo observar que la conducción de la CGT y los grandes sindicatos priorizaron el diálogo con el gobierno, negociando leyes y convenios perjudiciales para las y los trabajadores y frenando toda posibilidad de medidas de fuerza, coordinación y paros nacionales con movilización.

Por el contrario, con los testimonios de los protagonistas, comunicados de los colectivos obreros y artículos periodísticos, se pudo ver cómo el sindicalismo de base de las industrias analizadas en este texto resistió y enfrentó los embates del capital realizando medidas de acción directa, sosteniendo distintas peleas (generalmente sin el acompañamiento de las conducciones sindicales), manteniendo la democracia sindical a partir de asambleas e impulsando la unidad de las y los trabajadores del establecimiento más allá del tipo de contrato o actividad. Además, el sindicalismo de base coordinó acciones solidarias entre sí y con otros colectivos en conflicto y de oposición a las políticas implementadas por el gobierno. Muchas de estas medidas tuvieron una importante repercusión local y nacional, y seguramente sirvieron para impulsar y/o alentar otras luchas y para detener, aunque sea temporalmente, el programa de las patronales y el gobierno.

En síntesis, en el presente artículo se pudo evidenciar que en Argentina la organización democrática en los lugares de trabajo es clave para contrarrestar el poder de las patronales en los propios establecimientos, pero también que esa fuerza del movimiento obrero puede servir para obstaculizar las políticas y reformas estratégicas para el capital.

Finalmente, queda pendiente el interrogante sobre si el sindicalismo de base será capaz de sacar conclusiones de su desarrollo y las contradicciones de los procesos políticos, para poder consolidarse como una referencia sindical que, recuperando las mejores tradiciones de lucha y democracia sindical desde las bases del movimiento obrero argentino, intervenga en la lucha política.

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1. Eduardo Duhalde (Partido Justicialista) asumió como presidente el 2 de enero de 2002 luego de ser electo por la Asamblea Legislativa como consecuencia de la renuncia a la presidencia de Fernando De la Rúa y la crisis política posterior a las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001. La salida de la convertibilidad y la devaluación fueron algunas de las primeras medidas de gobierno.

2. Néstor Kirchner llegó a la presidencia en mayo de 2003 con el apoyo de Eduardo Duhalde y un sector del peronismo.

3. Teniendo en cuenta los debates sobre estos dos temas (Ghigliani, 2018; Lenguita y Varela, 2010; Senén González y Haidar, 2009; Spaltenberg, 2012; Varela, 2015), en este artículo entendemos por revitalización sindical al proceso que se dio a partir del 2003 que combinó la vuelta al centro de la escena nacional de disputas laborales, el aumento exponencial de la negociación colectiva, el crecimiento de la sindicalización, el fortalecimiento de la organización sindical en los lugares de trabajo, la aparición de cientos de jóvenes activistas sindicales y la reaparición de comisiones internas o colectivos obreros protagonistas de conflictos gremiales. Con sindicalismo de base, precisamente, nos referimos a la organización gremial en el lugar de trabajo que responde a las siguientes características: a) reconocimiento de la representación del colectivo como función principal de los delegados; b) la asamblea de trabajadores como método para la toma de decisiones; c) sostenimiento de la unidad e igualdad de todos los miembros del establecimiento sin distinción alguna de sus diferencias contractuales; d) relativa autonomía de la conducción del sindicato; e) utilización de medidas de acción directa como principal herramienta de lucha.

4. Llamamos ciclo kirchnerista al período comprendido por la presidencia de Néstor Kirchner (2003-2007) y los dos mandatos de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015).

5. Mauricio Macri llegó a la presidencia de Argentina como candidato de Cambiemos luego de derrotar en ballotage al candidato del peronismo Daniel Scioli. Cambiemos fue una alianza electoral que unió al Pro de CABA, la Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica.

6. Ver también “Un antes y un después en el Frigorífico Rioplatense”, El Roble, octubre de 2010, https://periodicoelroble.wordpress.com/2010/10/06/un-antes-y-un-despues-en-frigorifico-rioplatense.

7. Ver también U. Valdez, “PepsiCo: quiénes son Camilo Mones y Catalina Balaguer, dos de los referentes de la lucha”, La Izquierda Diario, 14 de julio de 2017. https://www.laizquierdadiario.cl/PepsiCo-quienes-son-Camilo-Mones-y-Catalina-Balaguer-dos-de-los-referentes-de-la-lucha?id_rubrique=5443.

8. Ver también “Un antes y un después…”, El Roble, ob. cit.

10. R. Amador, “Impulsar la coordinación para defender lo conquistado y resistir el ajuste”, La izquierda diario, 12 de noviembre de 2015. http://www.laizquierdadiario.com/Impulsar-la-coordinacion-para-defender-lo-conquistado-y-resistir-el-ajuste. E. Navalesi y N. Salinas, “Trabajadores despedidos de Metalsa y Hutchinson convocan a un encuentro obrero y nuevas medidas de lucha”, La Izquierda Diario, 10 de noviembre de 2015. http://laizquierdadiario.com/Trabajadores-despedidos-de-Metalsa-y-Hutchinson-convocan-a-un-encuentro-obrero-y-nuevas-medidas-de

11. “Pepsico cierra una fábrica y echaría a 531 personas”, Clarín, 21 de junio de 2017.

12. “Tras el corte en el Obelisco, la protesta se mudó al Bajo y siguen las demoras”, Clarín, 4 de julio de 2017; “Trabajadores despedidos de PepsiCo vuelven a cortar la Panamericana”, Clarín, 6 de julio de 2017; “Trabajadores de PepsiCo cortan la avenida 9 de julio, en el Obelisco, en reclamo de sus puestos de trabajo”, La Nación, 4 de julio de 2017.

13. Ver también “Terminó el desalojo de la planta de PepsiCo: incidentes y detenidos”, Clarín, 13 de julio de 2017.

14. “PepsiCo: después de la masiva movilización, instalan carpa frente al Congreso”, La Izquierda Diario, 19 de julio de 2017. http://www.laizquierdadiario.com.uy/PepsiCo-despues-de-la-masiva-movilizacion-instalan-carpa-frente-al-Congreso; P. Maradei, “Pepsico: montaron una carpa frente al Congreso”, Clarín, 18 de julio de 2017.

15. M. Cantón, “Por Pepsico, frenaron anuncios de reforma laboral”, Clarín, 14 de julio de 2017.

17. “Comunicado Trabajadores/as Linde ex Praxair Pacheco”, ob. cit.

18. “Denuncian 32 despidos en un frigorífico de Tigre”, Infogremiales, 15 de noviembre de 2016, http://infogremiales.com.ar/noticia.php?n=27764; “Festival en apoyo a la lucha del Frigorífico Rioplatense”, La Izquierda Diario, 24 de diciembre de 2016, http://www.laizquierdadiario.com/Festival-en-apoyo-a-la-lucha-del-Frigorifico-Rioplatense; J. Soul, “Frigorífico Rioplatense: despidos persecutorios y resistencia de los trabajadores”, Anred, 17 de noviembre de 2016, https://www.anred.org/2016/11/17/frigorifico-rioplatense-despidos-persecutorios-y-resistencia-de-los-trabajadores.

19. “Despidos en Rioplatense: Entrevista con Carlos Zerrizuela, delegado del frigorífico”, El Roble, 10 de mayo de 2019, https://periodicoelroble.wordpress.com/2019/05/10/despidos-en-rioplatense-entrevista-con-carlos-serrizuela-delegado-del-frigorifico.

20. “Contra los despidos, las suspensiones y por los derechos de lxs trabajadores”, La Izquierda Diario, 7 de mayo de 2019, http://www.laizquierdadiario.com/Contra-los-despidos-las-suspensiones-y-por-los-derechos-de-lxs-trabajadores.

21. En El Roble, https://periodicoelroble.wordpress.com/2019/05/17/luchar-sirve-reincorporan-a-los-despedidos-en-el-frigorifico-rioplatense.

22. “Organizan un festival solidario por los 5 choferes procesados de la Línea 60”, Anred, 17 de julio de 2019, https://www.anred.org/2019/07/17/organizan-un-festival-solidario-por-los-5-choferes-procesados-de-la-linea-60; “Tras el corte en el Obelisco, la protesta se mudó al Bajo y siguen las demoras”, Clarín, 4 de julio de 2017; “Una buena contra los despidos: Metalsa tuvo que ceder”, El Roble, 24 de agosto de 2017, https://periodicoelroble.wordpress.com/2017/08/24/una-buena-contra-los-despidos-metalsa-tuvo-que-ceder; “Despidos en Rioplatense: Entrevista con Carlos Zerrizuela, delegado del frigorífico”, El Roble, 10 de mayo de 2019, https://periodicoelroble.wordpress.com/2019/05/10/despidos-en-rioplatense-entrevista-con-carlos-serrizuela-delegado-del-frigorifico; “Trabajadores de PepsiCo cortan la avenida 9 de julio, en el Obelisco, en reclamo de sus puestos de trabajo” La Nación, 4 de julio de 2017; “PepsiCo: después de la masiva movilización, instalan carpa frente al Congreso”, La Izquierda Diario, 19 de julio de 2017, http://www.laizquierdadiario.com.uy/PepsiCo-despues-de-la-masiva-movilizacion-instalan-carpa-frente-al-Congreso; “Contra los despidos, las suspensiones y por los derechos de lxs trabajadores”, La Izquierda Diario, 7 de mayo de 2019, http://www.laizquierdadiario.com/Contra-los-despidos-las-suspensiones-y-por-los-derechos-de-lxs-trabajadores; “Despedidos de PepsiCo: corte en la 9 de Julio y marcha a Trabajo”, Tiempo Argentino, 4 de julio de 2017.

23. Ver “Comunicado Espacio de Trabajadores de Zona Norte” (2018), http://www.redeco.com.ar/actividades/24962-ollas-si,-hambre-no

24. C. Mones, “La Bordó pelea por la minoría contra el fraude de Daer”, La Izquierda Diario, 13 de mayo de 2016, http://www.laizquierdadiario.com/La-Bordo-pelea-por-la-minoria-contra-el-fraude-de-Daer; C. Mones, “La Bordó de la Alimentación contra el fraude”, La Izquierda Diario, 26 de mayo de 2016. http://www.laizquierdadiario.com/La-Bordo-de-la-Alimentacion-contra-el-fraude.

25. “Golpiza a obreros opositores en el sindicato de la carne”, Anred, 27 de septiembre de 2016, https://www.anred.org/2016/09/27/golpiza-a-obreros-opositores-en-el-sindicato-de-la-carne; “Comunicado Lista Roja de la Carne” (2012), https://periodicoelroble.wordpress.com/2012/12/21/comunicado-de-la-lista-roja-de-la-carne.