Archivos de historia del movimiento obrero y la izquierda, nº 21
septiembre 2022 - febrero 2023
ISSN 2313-9749
Centro de Estudios Históricos de los Trabajadores y las Izquierdas

Hernán Confino, La Contraofensiva: el final de Montoneros, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2021, 363 pgs


Carlos Ignacio Custer
ORCID: 0000-0003-4291-4268  

Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani” - Universidad de Buenos Aires - Centro de Estudios Históricos de los Trabajadores y las Izquierdas. Buenos Aires, Argentina

Cita recomendada: Custer, C. I. (2022). La contraofensiva: el final de Montoneros (2021). Archivos De Historia Del Movimiento Obrero Y La Izquierda, (21), 189-191. https://doi.org/10.46688/ahmoi.n21.376

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A pesar de la abundante bibliografía dedicada a diversos aspectos de la trayectoria de las organizaciones armadas revolucionarias, la Contraofensiva Estratégica, puesta en marcha por Montoneros, no había sido estudiada en profundidad. Precisamente, esto es lo que realiza Hernán Confino en su reciente libro, fruto de una tesis doctoral defendida en 2018, en la Universidad Nacional de San Martín. La Contraofensiva: el final de Montoneros se adentra, entonces, en un terreno que ha sido retratado, en forma casi exclusiva, por memorias militantes y obras periodísticas, incluyendo trabajos académicos que lo hicieron tangencialmente, en donde primaron las lecturas condenatorias y retrospectivas que la tildaron, indistintamente, de “locura”, “suicidio”, “aventura mesiánica” o “deriva militarista”. La apuesta del investigador se centra, en cambio, en reconstruir la densa trama histórica que la explica y le otorga sentido. Para cumplir con su tarea, se nutre de una variada triangulación de fuentes: documentos partidarios (tanto boletines internos como prensa, especialmente Evita Montonera y Vencer), testimonios de exmilitantes (editados, disponibles en archivos orales y recogidos por el propio autor) e informes de inteligencia (militar y policial).

El modo de aproximarse a su objeto de estudio orienta al autor en tres direcciones. En primer lugar, prescinde de esquemas de análisis prestablecidos y convertidos en clásicos a la hora de explicar el curso seguido por las organizaciones armadas, como la noción de “militarización”, entendida como un proceso que implicó la subsunción de la lógica política por la bélica, retroalimentándose, para el caso de Montoneros, por figuras que remiten al “desvío” (alejamiento del proyecto originario), el “espejo” (mímesis con las Fuerzas Armadas) o el “quiebre” (ruptura entre la conducción y la “base” militante). En su lugar, Confino entiende a la Contraofensiva como una estrategia posible, en sintonía con el ideario montonero e inscripta en el devenir local y regional, restituyendo al fenómeno que busca comprender su contingencia histórica. En segundo lugar, el autor examina la que considera la última etapa de Montoneros, que se inicia con la partida al extranjero de su Conducción Nacional (CN) a fines de 1976, en estrecha vinculación con un contexto marcado por la trasnacionalización del grueso de la militancia sobreviviente. Es decir, las decisiones políticas son explicadas en función de una trama de sentido en donde operan en interrelación tanto el ideario montonero como la situación de “exilio orgánico”, al calor de las lecturas hilvanadas sobre un acontecer nacional e internacional cambiante. Como advierte el autor, entre cultura política y realidad histórica o, mejor dicho, sus concreciones prácticas, no existe una relación directa. Finalmente, a lo largo de la obra se hace presente una preocupación constante por rastrear las heterogeneidades que afloraron en el seno de la organización frente a las diversas vivencias enfrentadas en el extranjero y durante la Contraofensiva, sin recurrir al fácil recurso del “quiebre”, ya que las porosidades y los conflictos sobrevinientes son interpretados en base al imaginario compartido, aunque habilitase visiones y comportamientos disonantes.

La estructura del libro dispone de siete capítulos, en donde Confino logra encadenar diversas temáticas que le permiten ofrecer un panorama integral de la Contraofensiva. En el primero se describen las peculiaridades de los “exilios montoneros”, haciendo alusión a las experiencias disímiles que surcaron ese tránsito, tensionadas entre la política de denuncia respecto de las violaciones de los derechos humanos por parte de la dictadura del Proceso de Reorganización Nacional y la conservación de ciertas estructuras clandestinas en miras a un regreso armado a la Argentina. Los dos capítulos siguientes tratan los preparativos de la Contraofensiva que, si bien fue promovida en virtud de necesidades organizacionales, concepciones prexistentes y diagnósticos sobre la coyuntura nacional, incentivó adhesiones de índole emotiva, por parte de algunos de sus participantes, que fueron más influyentes, incluso, que las argumentaciones específicamente políticas. Por su parte, el reclutamiento y el entrenamiento combinaron una instrucción tanto militar como política tendiente a homogeneizar un heterogéneo elenco de aspirantes, entre los que se contaban cuadros orgánicos, activistas carentes de experiencia militar y exiliados sin vínculo previo con la organización.

Los capítulos 4 y 5 analizan el desarrollo de la primera oleada de la Contraofensiva. Para ello, el autor reconstruye la composición y las lógicas de funcionamiento de los diversos grupos que dieron forma a las Tropas Especiales de Agitación (TEA) y las Tropas Especiales de Infantería (TEI), encargadas de efectuar interferencias radiales para difundir proclamas de la organización y atentados contra funcionarios del equipo económico del Proceso, respectivamente. Asimismo, abordan la primera escisión de Montoneros en el exilio, el Peronismo Montonero Auténtico (PMA), surgida al inicio de la Contraofensiva. El capítulo sexto da cuenta del balance positivo efectuado por la CN que condujo, a principios de 1980, a emprender una nueva oleada propiciando una segunda escisión organizativa, Montoneros 17 de Octubre, que planteó críticas de larga data sobre el autoritarismo de las decisiones tomadas por la dirigencia, en consonancia con lo esgrimido por el PMA, al tiempo que deploraba los enormes costos humanos sufridos. La nueva campaña, tema del capítulo final, redundó en la desaparición íntegra del primer grupo de las TEI, suceso que llevó al abandono de las acciones armadas por parte de Montoneros ante la implacable eficacia represiva y que, a partir de ese momento, continuó exclusivamente por carriles prácticamente inorgánicos y con objetivos mucho más modestos que las anteriores TEA.

Más allá de la minuciosidad desplegada a lo largo del trabajo, algunas cuestiones relevantes quedan, en parte, soslayadas. Una cuestión, no menor, es la pervivencia de las concepciones originarias en la CN. Si bien Confino acierta en demostrar que el abandono de la lucha armada no obedeció a una transformación ideológica por parte de los dirigentes montoneros, rehúye en brindar una explicación tentativa que ahonde en dicha intransigencia, toda vez que parte creciente de la militancia optaba por nuevos rumbos. Esa ausencia se entiende en función de presentar a la Contraofensiva como un final organizativo que no fue tal, ya que Montoneros, muy reducido numéricamente, continuó languideciendo a lo largo de la década del 80. Otro aspecto significativo que podría haberse indagado con mayor profundidad remite a los “hijos de la Contraofensiva”, no solo los que permanecieron exiliados en la “guardería montonera” en Cuba mientras sus padres regresaban clandestinamente al país, sino también los que integraron la Contraofensiva, como ilustran los casos de los menores Verónica Cabilla y Jorge Benítez, desaparecidos durante la segunda oleada.

Estos señalamientos no menoscaban el hecho de que La Contraofensiva: el final de Montoneros constituye, sin lugar a dudas, un aporte sustancial a la comprensión de las organizaciones armadas revolucionarias, objeto que ha constituido uno de los polos más prolíficos de la historia reciente, campo que, hace algunos años ya, parece volcarse, de manera creciente, hacia temáticas más próximas en el tiempo. La obra de Confino puede interpretarse, entonces, como parte de una renovación analítica en proceso que tiende a re-visitar la militancia armada setentista desde una óptica que contempla tanto las diferencias temporales evidenciadas en sus itinerarios como la relación mediata entre los imaginarios y las materializaciones prácticas, así como también explorando las heterogeneidades presentes en torno a diversos clivajes, como los geográficos, jerárquicos y de género, algo ausente en el grueso de la bibliografía especializada. Haciendo foco en un tópico tan controversial como la Contraofensiva, el autor logra con pericia penetrar en las diversas aristas del fenómeno que condujo a Montoneros a un ocaso irremediable.